UNLIMITED
SUCCESS
Recuerdo que cuando estaba en sexto grado de Primaria de la escuela “Libertadores de América” me inscribí en el equipo de basquetbol, fue una sensación mágica que hervía dentro de mí cuando jugamos nuestro primer partido, se trataba de tomar el riesgo de una aventura, ya que no me viene a la memoria que hayamos entrenado alguna vez, pero me sentía importante, por el simple hecho de competir en algo que siempre me ha apasionado.
Vienen y van vagos recuerdos de ese juego, me veo a mi mismo tratando de luchar por conseguir algún punto, no sé si logré conseguirlo, lo que si estoy seguro es que nos barrieron, recuerdo que un compañero anotó una canasta, y para mí fue la primera vez que pude darme cuenta el enriquecimiento emocional que conlleva sentirse triunfador, no se trataba de ganar el juego se trataba de vivir a plenitud el momento, de mostrar una actitud propositiva, de no dejarse caer a pesar de las circunstancias, sino ir tras de aquello que amas.
Años después, cuando estaba en la Secundaria Técnica No. 1 “Horacio Zúñiga”, la actividad deportiva había cambiado, en aquel entonces formaba parte del equipo de futbol de la Secu, jugaba de portero junto con mis amigos, en donde sinceramente agradezco que me hayan contemplado a pesar de mis carencias técnicas que manifestaba.
Al principio como muchas historias de éxito comenzaba con desaventuras en cuanto a marcadores de derrota pero que con el paso del tiempo éstas fueron cambiando por historias de triunfo, sin embargo la sensación de plenitud al estar compitiendo por algo eso me daba una gran satisfacción, evoco imágenes jugando partidos de fútbol en medio de terrenos inhóspitos, terminábamos totalmente aterrados debido a las condiciones del lugar,, con alguna bronca común por alguna “calentura del juego”, pero al final valía la pena, porque me sentía exitoso, romper con aquellas barreras que quizá había introyectado al pensar que no se podía y si se pudo al final, recuerdo juegos maravillosos con mis amigos, que hoy en día esa para mi representa otra historia de éxito, seguir conservando la amistad que llevo conmigo a pesar del tiempo y de la distancia.
El éxito fue adquiriendo un tinte distinto, matizado con historias triunfantes en las asignaturas escolares, sintiéndome mayormente capaz de conseguir mis ideales, terminar la preparatoria, iniciar en el maravilloso mundo de la Psicología.
Y a que viene todo esto, hace algunos días navegando por redes sociales pude ver un video, uno de tantos que la famosa marca de la “palomita” tiende a publicitar oportunamente justo antes de alguna competición importante, “Futuro sin límites”. En donde un actor norteamericano ingresa en una Guardería donde aparecen distintos bebés. En sus cunas, se pueden ver nombres como Neymar Jr, Serena Williams o LeBron James, tan sólo algunos de los deportistas más famosos. Y lleva a cabo un monólogo explicándoles que los héroes no nacen, sino que se hacen, a base de esfuerzo, constancia y sobretodo actitud, de sobrepasar de nuestras propias limitantes.
Quizá no tuve historias de éxito deportivo que pudieran trascender más allá de la simple victoria escolar y llevarme al estrellato mundial, pero de eso se trata la vida de ir gozando las pequeñas historias que nos van dando sentido.
Porque el éxito no se trata de cuándo lo consigues, tampoco es una cuestión con fecha de caducidad, se trata de materializar plenamente tus sueños y aspiraciones, tiene que nacer desde la mente de quien aspira a conseguir algo,
El éxito se encuentra presente en la forma en que traducimos la realización de lo que nos atrevemos a llevar a cabo en nuestra vida, conozco a muchas personas que viven añorando un pasado que ya no está aquí, otras anhelando algo que aún no llega y no se ponen a trabajar en eso para lograrlo, el éxito se manifiesta en la felicidad que te provoca conseguir aquello por lo que haz luchado o te haz esforzado.
Materializa tus sueños y aspiraciones, mantén una actitud ganadora, deja atrás tus ganancias secundarias que provocan un confort, trasciende más allá de tus propios límites.
JUAN VARGAS
PSICÓLOGO