¿Being a Padawan(1)?... Not any more, nowadays
I prefer:
¡Being a Master Jedi(2)!
por: Psic. Juan Vargas Medina
El tiempo y la vida en un constante vaivén que entran en franca oposición
cuando no nos permitimos avanzar acorde a la vida que deseamos tener.
Crecer
o no crecer, un dilema existencial que nos aborda al momento de dejar de lado
nuestras barreras emocionales y enfrentarnos. Que es momento de romper con
aquellos esquemas que anteriormente nos ofrecían una ganancia secundaria pero
que ahora debemos darnos la oportunidad de subir un peldaño más en nuestra
escalera de la vida.
Hoy
recuerdo las sabias palabras que mi madre me decía cuando replicaba por alguna
travesura de la infancia que hacía o por alguna mala nota escolar: ¿para cuándo
hijo?, y en innumerables ocasiones me preguntaba ¿para cuándo qué má? Hasta que me di cuenta de la trascendencia
de esas palabras. Porque de eso se trata la vida… de ¡crecer!
Una
exigencia que debemos de asumir con total cabalidad y responsabilidad, y que
hace algunos ayeres una persona importante en mi vida lo reafirmó, al decirme ¿cómo para cuándo? Y volvieron a mí esos
recuerdos añejos, como una vorágine de ideas que me invadían y la imagen de mi
madre diciéndome lo mismo; sin embargo,
ahora cobraban un significado distinto.
Yo,
con mayores vivencias, asumí esas palabras, más que una invitación, como una
propuesta de crecimiento personal, decidirme a crecer y no físicamente, sino
emocionalmente. Dejar de lado temores, conflictos y poner a mi servicio
aquellas herramientas emocionales de las que dispongo para poder enfrentar los
retos que la vida me va presentando, porque descubrí que ese miedo a seguir
aferrado a una comodidad infantil no me permitía darme cuenta de mi gran
capacidad como ser humano, como profesionista, porque detrás de ese miedo al éxito enmascaraba
un miedo a fracasar, un miedo a dejar de ser niño, un miedo a crecer personal y
profesionalmente, porque traía a mi mente esas imagos parentales diciéndome “ay
hijo, ¿otra vez?” o “no hijo, deja que yo lo haga…” pero he decidido acomodar esas palabras como parte de mi
experiencia y dar un paso hacia la trascendencia de mi vida.
Haciendo
alusión, para todos los cinéfilos amantes de aquellos entrañables personajes,
es momento oportuno de dejar de ser Padawan para convertirme en un maestro
Jedi.
Un Padawan(1), en básico, era
un niño, o en algunos casos un adulto, que comienza un serio entrenamiento por
parte de un Caballero Jedi o un Maestro Jedi(2), elegido por el
mismo Caballero o Maestro de las filas de los indiciados Jedi.
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