viernes, 25 de noviembre de 2016

No me ames tanto.


Por: Sarahi Isais

“El maltrato psicológico puede ser menos visible, pero sin duda los daños que causa son aún más contundentes y  duraderos.”

Uno de las complicaciones para la detección es que las personas que sufren este tipo de violencia, creen que la forma en que se relacionan es “normal”, o que están  dentro de los conflictos comunes que existen dentro de la pareja.

Por lo general,  el agresor suele usar la seducción para atraer a su pareja, a la vez de forma indirecta utiliza la manipulación, para influir en su pareja y así conseguir que decida o se comporte de modo diferente. Otra característica es la imposición de la idea de que es “libre”, Esta creencia bloquea la conciencia de la realidad del maltrato.

 La víctima seducida y manipulada, se mantiene en un modo dependiente: “Pégame, pero no me dejes”. Por lo tanto la victima pasa a ser propiedad del maltratador. Donde la distorsión de la información, hacen que aparezcan las justificaciones como “Lo hace nada más cuando esta borracho”  o “Es que de chico nadie le dio un abrazo”. Frases que confirman que el maltratado ya es propiedad de la persona que ejerce la violencia.

En relación de maltrato, la comunicación no es clara ni directa. No se responden a preguntas  o si se hace, los gestos son reprobadores.  Se rechaza el diálogo. Se niega la existencia de conflicto.

Por otro lado se deforman los mensajes; pueden ser vagos e imprecisos. Aparecen los discursos contradictorios, no se terminan las frases, ocasionando que las interpretaciones puedan ser varias.

Resultado de imagen para violencia contra la mujerEn cuanto a las conductas agresivas, el tono del lenguaje puede ser normal, no alterado. Salen a la luz los sarcasmos, la burla y el desprecio. Los cuales son percibidos con hostilidad por la víctima. La agresión se disfraza de broma. La víctima se encuentra devaluada en  sus pensamientos, opiniones o creencias si es que las llega a expresar.

Es difícil identificar a la persona que sufre maltrato. Es difícil escuchar una voz en silencio. Ya que suele defender y darle la razón a su maltratador, a la vez que se culpa a si misma por lo ocurrido. Se podrá identificar cuando esta comience a cuestionar su forma de ser, cuando debata sus pensamientos, actitudes o comportamientos.

La victima podrá aspirar el cambio cuando su voz cargada de ansiedad, estrés, depresión, trastornos del sueño, baja autoestima, sea escuchada. El encargado de recibir este mensaje debe ser un familiar, un amigo o quien sea, pero sea quién sea, el que recibe dicho mensaje, debe estar consciente, que la víctima necesita ayuda y que la única solución es acercarse a los profesionales de la salud. Y así empezar a romper ciclos y crear nuevos, fuera de la violencia.





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