viernes, 11 de marzo de 2016


Un día gris

El día de ayer fue atípico en la región. El color predominante fue el gris, el frio se sentía húmedo, las calles tapizadas de pequeños arroyos y lagos nos dificultaba el traslado. Y es que en una zona donde llueve dos veces por año, cuando esto sucede es un cataclismo casi bíblico. A pesar de esto y fuera de lo común como el clima, llegue a tiempo a la cita en una estación de radio local, donde nos invitaron hablar de los mitos de la psicología.

Junto con mi colega “Tote”, tratamos de despejar algunas de las dudas, que aún se tienen sobre la psicoterapia, que  iban desde ¿Cuándo es necesario ir a terapia? Hasta ¿Cómo sé que estoy en un ciclo de violencia? Pero la pregunta que realmente llamó mi atención fue la de: ¿El psicólogo, va al psicólogo? Lo cual contestamos que por ética y que incluso por técnica era necesario que el psicólogo acudiera a un proceso didáctico con un psicoterapeuta.

Ahora, hay que alejarse de las ideas donde el psicólogo tiene que ser un ser intachable y  casi rayando en la perfección. Hay que romper la creencia que el psicoterapeuta es un brujo o un chamán. Por eso los invito a que se acerquen a un profesional y realmente pregunten como es un proceso terapéutico, y se darán cuenta que el trabajo realizado por dicho especialista es conducir al paciente a tomar decisiones, y partiendo de estas, ayudar a cambiar su percepción del mundo. A que se dé cuenta que el sol a veces no sale, pero que esto no significa que todos los días lloverá, hay días con viento, con lluvias laguneras y también días agradables

Recuerden sobre todo que el psicólogo es un ser humano igual que otro, con problemas amorosos y dificultades económicas; pero que posee las herramientas necesarias, para poder ayudar a comprender al otro, que los días grises nos ayudan a valorar los soleados.

Por: Juan Eusebio Valdez Villalobos

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